Si eres borrachín estarás contento de no haber vivido en el norte de Inglaterra en el siglo 16, donde castigaban a los borrachos colocándoles el “Drunkard’s Cloak” o “Manto del Borracho”.
También conocido como el “Newcastle Cloak” consistía en un barril con un agujero para la cabeza del ofendido y dos pequeños hoyos más para las manos o los brazos. Una vez colocado el manto, el borracho era obligado a exhibirlo para su vergüenza en diversos puntos del pueblo.
La embriaguez fue una ofensa civil en Inglaterra declarada en el Acta 1551 (Ale Houses Act 1551). Este popular castigo se extendió a varios países. Sin embargo, para fortuna del acusado de esa época, fue uno de los castigos físicos menos dolorosos en comparación de otros mucho más brutales.
Newcastle aún es reconocida como una ciudad de fiesta y las borracheras son parte de la cultura norteña que viene desde siglos atrás y que simplemente no se puede sacudir.